La decisión de llevar al niño a una guardería puede tener varias razones, muchas veces la
causa fundamental suele ser que ambos padres o cuidadores trabajan y se hace necesaria alguna
alternativa que pueda hacerse cargo del niño en el horario laboral. Pero esta no debería ser la
única razón, las
guarderías
actualmente no se encargan solo del cuidado del niño, sino que les prepara y enseña, convirtiéndose
en el primer encuentro de éste con el sistema educativo. En las guarderías los niños tienen la
posibilidad de relacionarse entre ellos y comenzar a hacer amigos fuera del contexto familiar y
vecinal.
Para los progenitores no resulta fácil la idea de separarse del niño en edades
tan tempranas y dejarlo con «desconocidos», por lo que el primer instinto de los padres en la
búsqueda de una guardería es la desconfianza. Se sentirán más confiados y seguros mientras más
información puedan conocer del centro y si encuentran uno que cumpla con todas sus expectativas,
por lo que la búsqueda de la guardería adecuada es un proceso importante para que la
separación sea lo menos traumática posible.
Para comenzar a optar por alguna guardería lo primero a tener en cuenta es la
acreditación de la misma. Los padres deben asegurarse de que el centro esté abalado por los
organismos correspondientes. La titulación de los cuidadores debe ser la requerida para cada
ciclo. También es importante definir qué tipo de guardería se está buscando, puesto que
algunas se centran solamente en los aspectos académicos y otras no cuentan con un adecuado programa
educacional, por lo que hay que priorizar en dependencia de los intereses de formación la
combinación deseada.
Se debe preguntar por las horas, los diferentes horarios durante el día y
la distribución de las
actividades,
cuáles son las normas del centro, en dependencia del trabajo de los padres necesitan saber si abren
temprano o cierran tarde y si ante alguna contingencia el niño se puede quedar alguna hora más
fuera de la acordada previamente.
La cantidad de niños por personal de cuidado es otro aspecto a tener en
cuenta, ya que si un cuidador tiene demasiados niños a su cargo no podrá darle la atención
necesaria a cada uno de ellos. La proporción aproximada de niños por cuidador debe ser de 6 a 8
niños de primer ciclo por cuidador y de 10 a 15 niños por cuidador en el segundo ciclo.
Las características del local serán la primera gran impresión, por lo que los
padres deben conocer qué deben buscar en el centro en esta primera visita, un lugar aparentemente
limpio y decorado no es suficiente. Hay que tener en cuenta primero que todo, la cercanía del
centro al domicilio o al trabajo de alguno de los padres, ya que es mucho más conveniente que
los desplazamientos sean cortos, además mientras más cerca esté de casa más posibilidades habrá de
que los amigos de la
guardería
sean los mismos del barrio. El centro debe estar situado en una planta baja y/o primera con acceso
independiente y directo desde el exterior. Debe contar con al menos tres salones para
separar a los
párvulos
por edades de 0 al primer año de edad, de 1 a 2 años y de dos a tres años de edad. Los salones
deben ser lo suficientemente amplios, debe haber baños separados para los niños y el personal de la
guardería y debe disponer de una cocina para la elaboración de los alimentos.